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Trabajadores en proyecto de los Vikings reclaman más de $100,000 en robos de salario
Los dueños multimillonarios de los Vikings expanden su imperio de bienes raíces hacia Minnesota con una nueva urbanización de 200 acres bajo la marca del equipo de la NFL. Los trabajadores del proyecto dicen que no han recibido todo lo que les deben.
Este informe fue traducido del inglés por Ignacio Veliz Tiravanti. Read this article in English.
Guillermo Macario-Alcocer se encontraba sin dinero y viviendo en el sótano de una iglesia en el sur de Minneapolis cuando se topó con una oportunidad laboral de construcción.
Un voluntario de la iglesia le dijo que llamara a un hombre que a su vez le indicó que se dirija a la nueva instalación de entrenamiento de los Vikings en Eagan ese mismo Lunes a las 6 a.m.
Eran los inicios de Enero del 2021, y a pesar de las muy bajas temperaturas, los trabajadores estaban ocupados en los primeros edificios de apartamentos en el complejo de Viking Lakes, un proyecto multi-proposito en expansión que también incluye la sede principal del equipo de la NFL, así como sus instalaciones de entrenamiento y hotel.
Macario-Alcocer encontró el trailer de oficinas donde fue contratado rápidamente por un subcontratista llamado “Absolute Drywall”. Esa mañana comenzó barriendo pisos, sacando basura y cargando paneles de yeso para los nuevos apartamentos de lujo.
Se le ofreció $15 la hora con mucho trabajo disponible: 10 a 12 horas al día , seis días a la semana. Haciendo tiempo extra, tendría que haber estado ganando al menos $1,000 semanalmente.
Macario-Alcocer en realidad nunca recibió una cantidad similar, de acuerdo a los talones de pago revisados por el Reformer. Incluso después de que el jefe le dijera que iba a recibir un aumento de sueldo a 18$ y luego $20 la hora, su cheque salarial se mantuvo igual: alrededor de $800 a la semana.
Cuando preguntó al respecto, el jefe le indicó que los impuestos suben cuando el salario también lo hace.
A medida que trabajaba en más proyectos para Absolute Drywall a la largo del estado, los talones de pago mostraban sus horas reduciéndose mientras que se aumentaba su tarifa. Algunas semanas, estos mostraban que él había cumplido solo 19 horas, aunque Macario-Alcocer afirma no haber trabajado menos de 50 horas semanalmente.
En el tiempo que Macario-Alcocer trabajó para Absolute Drywall, éste afirma haber sufrido tres lesiones en obra, incluyendo una hernia, para la cual tuvo que posponer una cirugía durante un año por falta de seguro y tiempo de descanso.
Macario-Alcocer es uno de los más de 35 trabajadores que han presentado quejas a las autoridades laborales del estado en contra de dos subcontratistas por robo salarial, de acuerdo al sindicato de carpinteros. Al menos 25 de ellos trabajaron en el proyecto de Viking Lakes.
Los trabajadores fueron organizados por el Consejo Regional de Carpinteros de los Estados del Centro Norte, que está motivado tanto por mejorar las condiciones laborales como por frustrar a aquellos contratistas que socavan las ofertas sindicales con bajos salarios y prácticas laborales injustas.
El robo de salarios le cuesta al estado más de $136 millones al año en ingresos fiscales perdidos, según una estimación del Instituto de Política Económica del Medio Oeste.
Y aunque Minnesota aprobó una de las leyes de robo de salarios más estrictas del país en 2019, aún tiene que hacerla cumplir.
Los funcionarios del sindicato de carpinteros dicen que se han visto obligados a hacer sus propias investigaciones para hacer justicia a los trabajadores.
El Departamento de Trabajo e Industria del estado dijo que no confirma investigaciones abiertas.
Nicole Blissenbach, comisionada adjunta del Departamento de Trabajo e Industria de Minnesota, dijo que la agencia ha hecho referencias criminales en respuesta a sus investigaciones civiles de robo de salarios en el pasado.
Sin embargo, el robo de salarios es un delito notoriamente complejo de investigar. Los contratistas y trabajadores a menudo no mantienen buenos registros de las horas que trabajaron o incluso cuánto se les pagó. Usualmente, los reclamos deben recrearse después del hecho en función de las estimaciones de cuánto tiempo pasaron los trabajadores en el trabajo.
Los trabajadores del proyecto Viking Lakes entrevistados por el Reformer cuentan historias similares acerca de trabajar más de 12 horas al día, seis días a la semana y no recibir el pago que se les debe.
Pedro Victoriano, de 28 años, instaló revestimiento en el proyecto Viking Lakes para un subcontratista llamado Property Maintenance and Construction, que a su vez es un subcontratista de Advantage Construction, la empresa contratada por la firma de desarrollo inmobiliario de los Vikings, MV Ventures.
Victoriano indica que le dijeron que ganaría $25 por hora. Él afirma que le pagaron en efectivo y cree que todavía le deben más de $10,000.
Alfredo Meraz, de 48 años, era uno de los trabajadores mejor pagados de Property Maintenance and Construction, ganando alrededor de $28 por hora. También dice que le pagaron en efectivo y estima que le deben más de $20,000.
Juntos, los trabajadores de Absolute Drywall y Property Maintenance and Construction dicen que todavía se les debe más de $100,000 en salarios por su trabajo en los apartamentos de Viking Lakes, así como cientos de miles más en proyectos de construcción en todo el estado durante los últimos dos años.
Los trabajadores se han arriesgado a sufrir represalias por haber presentado reclamos al Departamento de Trabajo e Industria del estado en contra de los dos subcontratistas con la esperanza de recibir reparaciones y servir de ejemplo para otros desarrolladores.
Lester Bagley, vicepresidente ejecutivo de asuntos públicos de los Minnesota Vikings, dijo que ellos no están al tanto de ningún alegato laboral desfavorable en el proyecto de Viking Lakes.
“Todos los subcontratistas seleccionados tienen derecho legal a ofertar y realizar trabajos en Minnesota. También firmaron acuerdos que garantizan prácticas laborales justas para los trabajadores en el sitio de obra y exigen el cumplimiento estricto de todas las leyes laborales, de beneficios, de compensación laboral y salariales federales y estatales”, escribió Bagley en un correo electrónico al Reformer.
Contactado por teléfono, el propietario de Advantage Construction, Chris Amiot, dijo que tenía conocimiento de una “investigación” sobre violaciones laborales en el proyecto de Viking Lakes, pero que no conocía los detalles. Dijo que su empresa no tenía a nadie en nómina en el proyecto y subcontrató el trabajo a Property Maintenance and Construction. Luego colgó y no devolvió las llamadas en busca de más información.
Leo Pimentel, el dueño de Property Maintenance and Construction, negó los alegatos de los trabajadores.
“PMC no tiene conocimiento de ninguna investigación actual del Departamento de Trabajo e Industria de Minnesota (DOLI, en inglés). No hemos sido contactados por ellos ni informados de ningún tipo de queja que usted haya mencionado. Creemos que lo que ha mencionado anteriormente no tiene fundamento y cualquier artículo publicado relacionado con esto lo haría bajo su propio riesgo”, escribió Pimentel en un correo electrónico.
Daniel Ortega, el propietario de Absolute Drywall, no devolvió varias llamadas solicitando comentarios. Un ex contador de la empresa contactado por teléfono dijo que ella siempre pagaba a los trabajadores adecuadamente por sus horas. Se fue a un nuevo trabajo antes de que se completara la obra en el proyecto Viking Lakes, pero dijo que enviaron hojas de nómina semanales a MV Ventures y no emplearon a personas sin documentación que demuestre que pueden trabajar legalmente en los Estados Unidos.
“Los sindicatos laborales están molestos por no haber conseguido el trabajo y van a intentar hacer todo lo posible para mancillar el nombre de la compañía (de Ortega)” dijo el ex empleado, quien no proporcionó su nombre en actas.

Fotografía por Nicole Neri/ Minnesota Reformer.
El robo de salarios es tan común en construcción que los expertos laborales afirman que equivale a un modelo de negocio.
Casi una cuarta parte de los trabajadores de construcción en Minnesota (alrededor de 30,000 personas) están mal clasificados o son pagados fuera de los libros, según una estimación del Instituto de Política Económica del Medio Oeste. Tales acciones pueden evitar que los trabajadores reciban protecciones básicas, incluidas las horas extra y el seguro de compensación.
Los líderes laborales dicen que la prevalencia del robo de salarios ha hecho casi imposible que los contratistas de renombre permanezcan en el negocio, por lo que la industria de construcción se divide en dos niveles distintos.
El nivel superior está compuesto por trabajadores sindicalizados, que trabajan en lugares de obra más seguros y ganan salarios altos, beneficios de salud y pensiones. A pesar de que les cuesta más a los desarrolladores, los sindicatos se han mantenido competitivos en el estado en proyectos comerciales y proyectos con dinero del gobierno, lo que requiere que los trabajadores ganen salarios predominantes.
El nivel inferior, que domina la construcción residencial, está compuesto por trabajadores que ganan salarios más bajos sin beneficios y a menudo son estafados en el pago de horas extras. Debido a que muchos de estos trabajadores son inmigrantes latinos y pueden no tener autorización de trabajo, son fácilmente explotados e intimidados con amenazas de deportación.
La ley de robo de salarios del 2019 convierte el robo de más de $1,000 en salarios en un delito grave sujeto a hasta $100,000 en multas y 20 años de prisión.
Pero ningún empleador ha sido acusado de robo de salarios.
Los empleadores raramente se enfrentan a las consecuencias de estafar a los trabajadores con salarios y beneficios. Cuando lo hacen, las sanciones rara vez son lo suficientemente severas como para obligar a un negocio a cambiar, y mucho menos a una industria.
Absolute Drywall, por ejemplo, continuó operando y sólo enfrentó sanciones leves después de ser citado por múltiples violaciones laborales. En el 2016, el Departamento de Trabajo e Industria del estado descubrió que los trabajadores de Absolute Drywall estaban mal clasificados y recibió una multa de $1,000.
Ese mismo año, el Departamento de Trabajo de EE. UU. descubrió que la empresa empleaba a un muchacho de 14 años, en violación de las leyes de trabajo infantil. El adolescente a veces trabajaba más de 50 horas a la semana.
Este caso provocó una segunda investigación y el Departamento de Trabajo de EE. UU. determinó que la empresa clasificó erróneamente a los trabajadores, lo que le permitió evitar el pago de horas extras, seguro médico e impuestos sobre la nómina. Se ordenó a la empresa que pagara a unos 27 trabajadores más de 100.000 dólares en salarios no pagados.
El propietario de Absolute Drywall, Ortega, dijo a los investigadores federales que los trabajadores querían ser contratistas independientes para no tener que llevar un registro de las horas que trabajaban.
No hubo sanciones en ninguno de los casos, según una portavoz del Departamento de Trabajo de EE. UU.
En el 2018, Absolute Drywall fue sancionado una vez más por el Departamento de Trabajo e Industria del estado por enviar “información falsa y engañosa” a los reguladores estatales y utilizar subcontratistas que no habían registrado correctamente sus empresas con el estado. La empresa fue multada con $6,000.
Los ejecutivos de Vikings y MV Ventures, que actuaron como contratista general en el proyecto de Viking Lakes, sabían sobre estas violaciones previas, porque son registros públicos y los representantes del Sindicato de Carpinteros les dijeron.

Fotografía de Max Nesterak/Minnesota Reformer.
Macario-Alcocer no sabía sobre el historial de violaciones laborales de Absolute Drywall cuando se presentó en el sitio de construcción de los Vikings en el 2021 en busca de trabajo.
En su primer día en el desarrollo de Eagan, estaba emocionado.
Las oportunidades para alguien como Macario-Alcocer son limitadas: No habla inglés y no sabe leer ni escribir.
Pero es un gran trabajador, honesto y religioso, dijo Jorge Durán, un organizador del sindicato de carpinteros que ayudó a Macario-Alcocer a presentar su reclamo ante los reguladores estatales.
Desde que llegó a las Ciudades Gemelas (Twin Cities) hace unos 23 años, Macario-Alcocer trabajó principalmente en restaurantes. El trabajo de construcción prometía salarios más altos si se quedaba con él.
“Me preocupaba que no hubiera otro trabajo porque era mi primer trabajo de construcción”, dijo Macario-Alcocer a través de un intérprete.
Macario-Alcocer dijo que se lesionó poco más de un mes después de comenzar. Estaba empujando un carro grande de basura y paneles de yeso en un proyecto de Faribault cuando el carro quedó atrapado en una puerta y se estrelló contra su pecho.
Lo siguiente que supo fue que estaba en el suelo, adolorido, y que pidió a su compañero de trabajo que llamara a su supervisor. Le dijeron que vuelva a trabajar.
Cuando llegó a casa esa noche, fue a una clínica en el sur de Minneapolis, donde un médico le dijo que necesitaría una cirugía para una hernia y que descansara durante al menos unas semanas.
Macario-Alcocer dice que no pudo hacerse la cirugía porque no podía pagarla y tampoco tener tiempo libre en el trabajo. Lo llamaron para que volviera al trabajo después de tres días.
Macario-Alcocer dice que Absolute Drywall le dio alrededor de $300 por la lesión, más o menos lo que podía ganar en tres días de trabajo. Aproximadamente un año después, en febrero, se sometió a la cirugía y ahora tiene una factura, revisada por el Reformer, de $16,870.
La segunda vez que se lesionó fue aproximadamente una semana después de la hernia, esta vez en el proyecto de los Vikings. Dice que estaba empujando un carrito cargado con nueve láminas de paneles de yeso cuando se enganchó en un contenedor de basura y las láminas (más de 500 libras) se estrellaron contra su pie.
No fue al Centro Ortopédico Twin Cities de clase mundial que se encuentra al final de la calle. No abandonó el lugar de trabajo en absoluto. Después de recuperar el aliento, llamó a su supervisor para pedirle que se fuera a casa, pero le dijeron que siguiera trabajando.
Más de un año después, Macario-Alcocer dice que todavía le molesta la pierna.
A Macario-Alcocer se le dijo que siguiera trabajando incluso después de una tercera lesión, cuando cientos de libras de paneles de yeso cayeron sobre su pecho en un lugar de trabajo en St. Paul.
Después de eso, su tiempo en Absolute Drywall llegó a su fin. Cuando llamó para averiguar dónde necesitaban que fuera a continuación, simplemente le dijeron que no había más trabajo.

La mano de obra barata que Macario-Alcocer proporcionó a los subcontratistas en el proyecto Viking Lakes finalmente significó costos más bajos para el desarrollador del proyecto y propietario de los Vikings, la familia Wilf.
La fortuna de la familia Wilf se erigió durante las últimas dos generaciones comprando, construyendo y administrando edificios de apartamentos, primero en Nueva Jersey y ahora en más de 30 estados. Wilf ‘s Garden Communities controla 60,000 apartamentos a lo largo del país, principalmente en el noreste, California y Florida.
Hasta hace poco, la familia Wilf no había tenido una presencia inmobiliaria residencial digna de mención en Minnesota, a pesar de que los hermanos Zygi y Mark y su primo Leonard compraron los Minnesota Vikings en el 2005 y construyeron un nuevo estadio de $1,100 millones en el centro de Minneapolis.
Los contribuyentes de Minnesota, en su mayoría aquellos que compran cigarrillos y cartillas de rasca y gana, cubrieron $498 millones del costo. El año posterior a su finalización, el valor de la franquicia de los Vikings, y con ella la riqueza personal de los Wilf, se disparó un 38 %.
Viking Lakes es parte de la primera incursión de los Wilf en construcción residencial en el estado, erigida en torno a la lealtad a la marca Vikings.
El corazón de la urbanización es la instalación de práctica de 277,000 pies cuadrados, el Twin Cities Orthopaedic Performance Center, y la sede del equipo, que se inauguró en el 2018. El centro incluye 16 mesas de tratamiento y capacitación, salas de examen y una cámara de crioterapia eléctrica, un tipo de sauna helada.
El proyecto de Viking Lakes también incluye espacio para oficinas, para lo cual han reclutado a otras instituciones deportivas. La Asociación de Tenis de los Estados Unidos del Norte trasladó sus oficinas a Viking Lakes, al igual que Minnesota RØKKR, una franquicia oficial de la Liga Call of Duty.
Eventualmente, la urbanización podría incluir más de 1,000 apartamentos de lujo.
Los Vikings trabajaron exclusivamente con contratistas sindicales en el estadio, el TCO Performance Center, el edificio de oficinas médicas y el centro de medicina deportiva de TCO Eagan y el Omni Viking Lakes Hotel, dijo Bagley, el ejecutivo de los Vikings. Los líderes sindicales dicen que los Vikings no podrían haber construido esos proyectos sin ellos, ya que requerían trabajadores altamente calificados.
Los representantes de MV Ventures, el brazo de desarrollo de la franquicia Vikings, se acercaron a los comerciantes del sector construcción antes de presentar ofertas para los nuevos apartamentos que estaban planeando. No garantizaron que contratarían contratistas sindicales, pero los invitaron a ofertar por el trabajo, dijo Adam Duininck, director de asuntos gubernamentales del sindicato de carpinteros.
Pero cuando MV Ventures dio a conocer los nombres de sus subcontratistas, los sindicatos de construcción y los grupos de derechos de los trabajadores se enfurecieron.
“El grupo propietario (de Vikings) eligió a los peores subcontratistas que rastreamos en la región”, dijo Duininck. “Honestamente, fue una traición a la confianza”.
Dos subcontratistas en particular llamaron la atención de los líderes sindicales: Absolute Drywall y JL Schwieters Construction.
Solo tres años antes, JL Schwieters Construction pagó $125,000 para resolver una demanda por acoso racial presentada por la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de EE. UU. Dos ex empleados afroamericanos alegaron que un supervisor blanco utilizó insultos raciales con ellos, hizo una soga con un cable eléctrico y amenazó con ahorcarlos, según la demanda.
Después de que los Vikings anunciaran a los subcontratistas, el sindicato de carpinteros y el grupo de defensa de los trabajadores Centro de Trabajadores Unidos en la Lucha (CTUL), respondieron con una campaña de humillación pública.
Se pararon frente a la entrada de las instalaciones de práctica de Eagan con una pancarta que decía que los propietarios de los Vikings se están beneficiando de las empresas que someten a sus trabajadores al acoso racial, el robo de salarios y el trabajo infantil.
Criticaron a los Wilf en la prensa por prometer millones para “causas de justicia social” mientras usaban subcontratistas con antecedentes de explotación y acoso de trabajadores negros y latinos.
La gerencia de los Vikings respondió amenazando con demandar al sindicato de carpinteros por difamación, dijo Duininck.
Duininck se pronunció y, a través de varias conferencias telefónicas, él y el abogado general del sindicato, Burt Johnson, trataron de persuadir a los Vikings para que cambiaran de rumbo. En las llamadas estaba el grupo de presión de los Vikings, Bagley y Dave Johnson, así como los ejecutivos de MV Ventures, Gary Gleason y Don Becker.
Duininck y Johnson afirmaron que les dijeron a los líderes de los Vikings que esperaban abusos laborales en el proyecto de apartamentos. También intentaron hacer un llamado cívico a los ejecutivos de los Vikings, recordándoles que tienen una relación con los contribuyentes y los aficionados por el dinero público invertido en el estadio.
“Simplemente dijeron ‘No, solo estamos tratando de hacer que las matemáticas funcionen'”, dijo Duininck.
Los beneficios financieros inmediatos de la mano de obra no sindicalizada más barata pueden ser significativos: un carpintero sindicalizado calificado gana alrededor de $65 por hora, incluidos salarios y beneficios. Muchos trabajadores de Absolute Drywall y Property Maintenance and Construction ganaban alrededor de $25 por hora sin beneficios.
Finalmente, propusieron una alternativa: monitoreo independiente y gratuito para garantizar que los derechos de los trabajadores se protegieran en el lugar de trabajo.
MV Ventures declinó.
La relación entre los representantes sindicales, los defensores de los trabajadores y los Wilf se deterioró.
Duinink dijo que cuando más tarde se presentaron en el lugar de trabajo para hablar con los trabajadores, fueron rechazados, un desplante poco común para los líderes sindicales en Minnesota.
“Así no es como nos tratan en la mayoría de los sitios de trabajo”, dijo Duininck.

Históricamente, el robo de salarios se ha tratado como un asunto civil, no penal, con la responsabilidad de los reguladores estatales o los trabajadores de recopilar evidencia, encontrar un abogado y demandar para tratar de recuperar los salarios que se les deben.
Es por eso que la ley del 2019, aprobada con apoyo bipartidista, fue anunciada como una de las leyes de robo de salarios más duras del país.
“Hasta este proyecto de ley, si robabas un banco, ibas a la cárcel. Si robabas a tus empleados, era una multa civil, así que te ibas a las Bahamas”, dijo el ex representante estatal demócrata Tim Mahoney, instalador de tuberías retirado de St. Paul.
La ley también reforzó las investigaciones civiles del gobierno: otorgó al fiscal general autoridad explícita para investigar violaciones civiles de robo de salarios y destinó millones en fondos adicionales al Departamento de Trabajo e Industria del estado para que siete nuevos empleados investiguen reclamos.
La principal razón por la que nadie ha sido acusado de delito grave de robo de salarios, según los fiscales, los líderes sindicales y los legisladores, es la falta de poder de investigación.
Los investigadores estatales del Departamento de Trabajo e Industria realizan investigaciones civiles, no penales, por lo que en gran medida recae en la policía local o en los departamentos del alguacil del condado, que se centran más en los delitos violentos.
“Cuando la ley entró en vigencia el 1 de agosto, no había un oficial de policía en el estado de Minnesota que pensara que era su trabajo investigar el robo de salarios”, dijo Johnson, el abogado del sindicato de carpinteros.
La agencia estatal que está bien posicionada para investigar el robo de salarios y otros delitos financieros, la Oficina de Fraude Comercial, se limita a investigar el fraude de seguros (y se financia únicamente con un recargo a las compañías de seguros).
“Hay una gran cantidad de delitos de traje y corbata que no se están analizando lo suficiente”, dijo el representante Zack Stephenson, DFL-Coon Rapids, quien tiene un proyecto de ley para ampliar la autoridad y el financiamiento de la Oficina de Fraude Comercial.
La oficina investigó a Ricardo Batres, quien se declaró culpable en el 2019 de tráfico laboral y fraude de seguros por negar a sus empleados compensación laboral y beneficios de salud.
Admitió haber obligado a personas sin autorización laboral legal a trabajar para su empresa de construcción, a veces en condiciones peligrosas que provocaron lesiones.
“Insistí en que este tipo tenía que cumplir condena”, dijo el fiscal del condado de Hennepin, Mike Freeman, quien supervisó la acusación. “Y la voz se corrió bastante rápido en el mundo de la construcción: si juegas así, no solo será una multa civil, (vas) a cumplir condena”.
Fue sentenciado a cuatro meses de trabajo comunitario.
La ley de 2019 facilita que los fiscales acusen a los empleadores de robo de salarios en lugar de tener que probar el tráfico laboral o el fraude de seguros o el robo por estafa.
Freeman insiste en que está considerando presentar cargos en más casos, pero se negó a dar más detalles.
El Fiscal General Keith Ellison y el Departamento de Trabajo e Industria, con sus siete nuevos investigadores, dicen que han intensificado la aplicación civil del robo de salarios. Han promocionado públicamente su trabajo sobre el tema en los últimos años.
Ellison ganó un acuerdo de $230,000 el año pasado con el grupo de restaurantes Bartmann Companies, que tuvo que pagar salarios atrasados, horas extras y daños y perjuicios a más de 200 trabajadores.
La oficina de Ellison también presentó un caso que obligó a Loving Care Home Services, una compañía de salud en el hogar, a pagar casi $40,000 en salarios por horas extras no pagadas y daños a 60 trabajadores. La empresa no tuvo que pagar ninguna sanción.
La oficina del Fiscal General no refirió ninguno de los casos a los investigadores criminales porque no encontraron pruebas suficientes para probar la “intención de defraudar”, dijo el portavoz John Stiles. La oficina del Fiscal General ha remitido otros casos para investigación criminal, señaló Stiles, pero dijo que no puede proporcionar detalles.
Mientras tanto, el Departamento de Trabajo e Industria en el 2019 recuperó alrededor de $550,000 en salarios de horas extras no pagadas y daños de Baywood Home Care.
En diciembre pasado, la agencia celebró la recuperación de $334,000 en salarios atrasados de 33 trabajadores de construcción empleados por AE2S Construction, que no pagó a los trabajadores el salario predominante establecido por el estado en un proyecto parcialmente financiado con dinero público.
El comisionado adjunto Blissenbach se negó a decir si hicieron referencias criminales en esos casos.
Debido a sus recursos limitados, Blissenbach dice que eligen enfocarse en casos grandes y de alto perfil, lo que significa que no se investigan numerosos reclamos pequeños.

Cuando se rompieron las negociaciones con los Vikings, el sindicato envió a Jorge Durán a hablar con los trabajadores.
Es un hombre grande que se viste como si estuviera encubierto, incluso cuando está en su base de operaciones en el salón del Sindicato de Carpinteros en St. Paul: anteojos oscuros, gorra de béisbol y, ocasionalmente, un chaleco de seguridad que brilla en el día.
Duran, de 53 años, es un investigador sindical con años de experiencia en una docena de estados. Es mitad mexicano y bilingüe, lo que, junto con su carisma arrogante, le permite conectarse con la gran fuerza laboral latina en el rubro construcción.
Se reúne con trabajadores escabulléndose en los lugares de trabajo o tocando las ventanas de los automóviles cuando los trabajadores toman su descanso para almorzar.
“Me presento y genero confianza con estos muchachos”, dijo. “Trato de estar al mismo nivel que ellos, para que se sientan cómodos. Sus empresas ya les han aconsejado que no hablen con nosotros, por lo que puede ser difícil construir esa comunicación”.
Los educa para hacerles saber que es un proceso largo que requiere una documentación diligente del robo de salarios y otras violaciones laborales, y que llevará tiempo recuperar el dinero adeudado.
Comenzó a conectarse con los trabajadores en el proyecto de Viking Lakes en el 2021. Uno por uno, Duran convenció a docenas de trabajadores para que se animen a presentar sus reclamos por robo de salarios al Departamento de Trabajo e Industria.
Incluso cuando se resuelven los reclamos, algunos trabajadores nunca ven el dinero. Una investigación que involucró a 50 trabajadores se prolongó tanto que perdieron a casi 20 trabajadores que siguieron con sus vidas o perdieron interés en presentar sus reclamos, dijo Durán.
Solo a 16 personas se les pagó, porque otras 16 nunca pidieron su dinero que todavía está en manos del abogado que manejó el caso, dijo.
El sindicato está llenando un vacío en la calidad investigativa dejado por las agencias estatales y la ley. Junto con el grupo de trabajadores CTUL, el Sindicato de Carpinteros también jugó un papel decisivo en el enjuiciamiento de Batres y otro caso de alto perfil contra una empresa llamada Merit Drywall.
Organizan a los trabajadores y los entregan a los reguladores estatales, incluso programan entrevistas en la sede del sindicato entre investigadores y trabajadores.
Su motivación es doble: meter el dedo en los ojos de los contratistas que socavan sus ofertas y hacen crecer su base de miembros.
Desde que se comenzó a organizar a los trabajadores en el proyecto de Viking Lakes, varios de ellos se han unido al sindicato, ganando salarios más altos, beneficios y una pensión.
Macario-Alcocer podría unirse al sindicato algún día. Mientras tanto, después de semanas sin trabajo, vuelve a conseguir uno en un equipo de limpieza.
Espera recibir los miles de dólares que le deben en salarios, pero por ahora, está agradecido de que le paguen las horas que trabaja.
Información contribuida por Ricardo López, Colleen Connolly y Lori Felipe-Barkin.
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